Economía de México se ‘quedó dormida’: No crece en mayo y falla en los pronósticos
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía había dicho que la economía del país iba a crecer 0.4% en el quinto mes del año.
La economía de México se estancó al mostrar una variación de 0 por ciento en mayo respecto a abril, esto de acuerdo con el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE).
El dato resultó por debajo de lo previsto por el propio Instituto, que hace unos días reveló que la actividad habría crecido 0.4 por ciento, según el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE).
Andres Abadia, economista en jefe para Latinoamérica de Pantheon Macroeconomics destacó que el aumento de las tasas de interés reales; las condiciones externas menos favorables, y un mercado laboral debilitado ahora están perjudicando.
“Tanto los riesgos internos como los externos han aumentado recientemente; las entradas de remesas se están moderando y la industria manufacturera de EU está bajo presión. Todos estos factores perjudicarán la confianza y la actividad económica en el mediano plazo”, dijo.
¿Por qué la economía se quedó ‘congelada’ en mayo?
La ralentización de la economía en el quinto mes del año, respecto al previo se dio ante una contracción de 0.4 por ciento en las terciarias o de servicios, su descenso más pronunciado en seis meses, con cifras desestacionalizadas.
En contraste, las actividades secundarias o de la industria mostraron un crecimiento de 1 por ciento, su dato más sólido en 19 meses, mientras que las actividades primarias o agropecuarias crecieron 0.3 por ciento mensual en mayo, con menos fuerza que 0.6 por ciento el mes previo.
A tasa anual, el IGAE también mostró una desaceleración, cuyo crecimiento fue de 3.2 por ciento en mayo, desde 3.5 por ciento en abril, indicó el INEGI.
Abadia señaló que el repunte de la tasa anual es bienvenido, pero los detalles confirman que la actividad en sectores clave está perdiendo fuerza después de que el crecimiento del primer semestre se vio respaldado por la caída de la inflación; las condiciones crediticias ampliamente favorables;, el fuerte crecimiento de los salarios, y las obras de infraestructura en curso.