El peso mexicano se deprecia contra el dólar la mañana del martes. La divisa local cede terreno por segundo día consecutivo tras la divulgación de un débil reporte sobre ventas minoristas en el país y a la espera de palabras de dos miembros de la Reserva Federal.

El tipo de cambio spot se ubica en un nivel de 18.7606 pesos. Contra un cierre oficial de 18.6985 ayer, con el dato del Banco de México (Banxico), esto significa para el peso una depreciación de 6.21 centavos, que son equivalentes a una variación de 0.33 por ciento.

El precio del dólar se mueve en un rango abierto, con un máximo de 18.8765 pesos y un mínimo de 18.6562. El Índice Dólar (DXY), del Intercontinental Exchange, que compara al billete verde con seis monedas principales, bajaba 0.18% a un nivel de 101.71 unidades.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicados hace unas horas muestran que las ventas minoristas cayeron inesperadamente 0.5% en junio a una tasa desestacionalizada, su peor desempeño desde enero, y más que el 0.2% esperado. «Hoy, el peso abre la jornada recortando su avance de ayer, principalmente afectado por los datos locales de las ventas minoristas, mientras los mercados esperan conocer las cifras de inflación quincenal y el PIB al final de la semana (el jueves)», destacó Monex.

A pesar de las pérdidas, la moneda ha recortado parte de una pérdida inicial, que llegó a ser de más de 1 por ciento. Algunos analistas también mencionan que la divisa continúa afectada por la renovada preocupación por la criticada reforma al sistema de justicia.

En el aspecto técnico, destaca que el precio llegó a presionarse hacia la resistencia de 18.85 pesos, pero es factible que el repunte haya sido una validación del nuevo techo y podría retomar la apreciación con objetivo en 18.50, dijo en una nota Vector Análisis. Los inversionistas siguen en espera de la información que pueda arrojar el simposio de Jackson Hole, al cierre de la semana. Mientras tanto, aguardan los comentarios de dos miembros clave de la Fed: Raphael Bostic, de Atlanta, y el vicepresidente Michael Barr.