Inflación y elecciones, riesgos para la estabilidad financiera de EU
La persistente inflación y tasas de interés más altas por más tiempo son riesgos clave para la estabilidad financiera, según la última encuesta de la Reserva Federal (Fed).
La persistente inflación y tasas de interés más altas por más tiempo son riesgos clave para la estabilidad financiera, según la última encuesta de la Reserva Federal (Fed). Los problemas geopolíticos, como las elecciones presidenciales en Estados Unidos, también fueron señalados como “una fuente potencialmente significativa de turbulencias”.
“Los entrevistados señalaron varias áreas de incertidumbre, incluida la política comercial y otras cuestiones de política exterior relacionadas con la escalada de tensiones geopolíticas”, mencionó la Fed el fin de semana en su encuesta semestral a 25 participantes del mercado, académicos y otros.
“También notaron la incertidumbre política asociada con las elecciones estadounidenses de noviembre”, cuando el actual presidente demócrata, Joe Biden, se enfrente al exmandatario republicano, Donald Trump.
Los resultados de la encuesta se incluyeron como parte del último Informe de Estabilidad Financiera de la Fed, que analiza cuestiones como el apalancamiento y la toma de riesgos en toda la economía para tratar de identificar posibles puntos problemáticos.
El informe se publicó más de dos años después de que el banco central estadounidense iniciara el ciclo de aumento de tasas de interés más agresivo desde la década de 1980, en un intento por frenar el aumento de la inflación; una medida que se temía que llevara a la economía a la recesión y agravaría las tensiones en el sector financiero.
No obstante el último informe, al igual que los anteriores, mostró poca evidencia de riesgos generalizados para el sistema financiero a pesar de que los costos de endeudamiento se mantienen en sus niveles más altos en un cuarto de siglo.
Sin embargo, esa impresión general de resiliencia también sugiere problemas potenciales para los funcionarios de la Fed que sienten que la economía necesita desacelerarse para que la inflación regrese de manera sostenible al objetivo de 2% del banco central.
La fortaleza de los balances de los hogares y las empresas, la estabilidad de los bancos y la ausencia de burbujas inminentes u otras amenazas sugieren que una desaceleración no se producirá a través de canales financieros o crediticios que típicamente han sido una parte importante de la elaboración de la política monetaria.
Los entrevistados fueron cuestionados hasta marzo, cuando los funcionarios de la Fed comenzaron a tener dudas sobre una caída continua de la inflación y señalaron que los recortes de tasas no ocurrirían tan rápido como se esperaba.